Una madre

da todo por su hijo y jamás espera que este le de algo a cambio. Como hijos que somos deberíamos saber compensar su trabajo, su esfuerzo y su dedicación. Tal vez no pasemos mucho tiempo con ella o quizás ni la veamos todo el día y esta quizá sea la causa por la que muchas veces no tenemos una estrecha relación con ella y por ello preferimos contarle nuestras dudas a nuestros amigos en vez de nuestra madre ,quien siempre esta dispuesta a ayudarnos y quien además tiene mucha más experiencia que cualquier otro amigo, pues ya ha vivido todo lo que estamos viviendo.
Se que muchas veces discutimos con ella y en momentos de cólera le refutamos en la cara muchas cosas,ella a pesar de esto siempre está esperándonos con los brazos abiertos como Jesús, a que nos arrepintamos.
Muchas veces la madre tiene que hacer el papel de padre y madre a la vez,ser el sustento, la cabeza de la familia y después de un día de trabajo toda la fátiga,estrés y cansancio se ven recompensados al llegar a casa y ver a sus hijos muchas veces esperándola con un abrazo o un simple: "Hola" el cual ella igualmente feliz recibe.
No nos damos cuenta de lo importante que es nuestra madre hasta que se nos va y en ese momento lamentamos muchas veces haber sido tan rudo e injusto con ella, de no haberla disfrutado en vida ,de haberle dedicado un tiempo o de simplemente no haberle dicho un “te quiero” por vergüenza al que dirán nuestros amigos.
Tanto nos cuesta muchas veces el solo decirle “gracias mamá”, el decirle “te quiero mmá” o pedirle perdón por nuestras faltas,aún estamos a tiempo de agradecerle a nuestra madre por toda las cosas que ella a echo por nosotros,empezando por habernos dado la vida,esta fecha debe ser un buen momento para ello y que nos importe un bledo lo que los demás piensen o crean.
Por ello debemos decirle, gracias mamá por todas las noches que te desvelaste cuidándonos cuando estábamos enfermos, gracias por educarme, por estar siempre dispuesta a perdonarme, gracias por corregirme y en un futuro cercano decirle gracias por lo que soy ahora porque te lo debo a ti.
Luis Morán
¡Madre!... ¡He ahí a tu hijo!
¡Madre claretiana!...esposa…trabajadora…mujer que reparte las horas del día para lograr sus objetivos, para buscar la felicidad en la sonrisa, en los besos y abrazos de sus pequeños y pequeñas. Un ser que quisiera tener más de veinticuatro horas al día para estar más cerca de sus seres queridos. Ellas tienen que trabajar muchas veces porque el dinero no alcanza o porque buscan lo mejor para sus hijos e hijas. Porque es una mujer trabajadora que a pesar del cansancio o la enfermedad tiene que enfrentarse a la vida y luchar, agigantarse, volverse a levantar, cada vez que cae y en muchos casos ser padre y madre porque la vida es así.
Todos los alumnos y alumnas de Tercer Año de Secundaria brindamos en este mes de Mayo que es el Mes de María, la Madre de Dios, un reconocimiento inmenso a todas las Madres de nuestro año. A aquellas que crían cuando no tuvieron la oportunidad de engendrar; a las abuelas que tienen que apoyar a sus hijas por muchas razones, a nuestras Madres profesoras que tienen que levantarse temprano, muchas veces para cocinar y atender a sus hijos, preparar sus clases y llegar a tiempo al trabajo, y cuando los hijos se enferman, como todas las madres, luchar contra la noche y el tiempo para que la fiebre no suba, para que el dolor de sus críos, amengüe. Dios las hizo fuertes y muchas veces tienen que buscar el silencio para sollozar a solas y seguir luchando cuando muchas veces los hijos no reconocen su esfuerzo, cuando el hombre de la casa se fue, cuando miran al cielo y la mano de Dios acaricia su rostro con una brisa de esperanza y un color azul, color del amor, color del mar que en pinceladas de cielo dibujan un corazón que no es otro que el corazón de una madre que ama a sus hijos y reza una oración a María, Madre universal, y que pueda seguir escuchando en las palabras de Jesús, en la cruz: ¡Madre… He ahí a tu hijo!
Queremos brindar un reconocimiento a nuestra diagramadora y diseñadora, la profesora Katherine Saldaña, Madre en todo el sentido de la palabra, quien siempre nos apoya en las ediciones de la revista BRISSA , y que está viviendo una hermosa etapa, a pesar de los accidentes, de la salud, siempre está presenta robándole horas al tiempo para cumplir con nuestra revista virtual claretiana .¡Qué Dios la bendiga, profesora Katherine!
Igualmente deseamos lo mejor para todas las profesoras mamás desde Inicial, Primaria, Secundaria, Administración, Servicios y a nuestras orientadoras: La señora Susana y la señora Mercedes (Mechita) .
¡QUÉ VIVA EL DÍA DE LA MADRE CLARETIANA!
Dirección de la Revista.
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