Está bien, pero no está bien
2.
Está bien ir a
fiestas, pero no está bien aceptar licor cuando te obligan.
3.
Está bien ir a
clase, pero no está bien fomentar desorden en ella.
4.
Está bien resolver
el examen, pero no está bien copiar.
5.
Está bien querer
ser otra persona, pero no está bien fingir.
6.
Está bien hacer
dieta, pero no está bien dejar de comer alimentos.
7.
Está bien que
tengamos muy buenos profesores, pero no está bien que nos tomen cinco prácticas
en un solo día.
8.
Está bien que las
personas que nos cuidan sean estrictos, pero no está bien que nos quiten la
pelota de básquetbol cada vez que nos vean jugando con ella.
9.
Está bien comer
algunas golosinas, pero no está bien comer en demasía.
10.Está bien formar
grupos de amigos, pero no está bien ser excluyentes con los demás.
11.Está bien que
prestemos atención en el laboratorio de Química, pero no está bien jugar con
los implementos.
12.Está bien cumplir
con las prácticas en Informática, pero no está bien jugar con las computadoras.
13.Está bien tener
facebook para poder comunicarnos con nuestros amigos y familiares, pero no está
bien abusar de esta red social y que se convierta en un vicio o adicción.
14.Está bien
alimentarse, pero no está bien comer en exceso.
15.Está bien ir al
colegio, pero no está bien llegar tarde.
16.Está bien ser
divertido, pero no está bien pasarse de listo.
17.Está bien salir al
recreo, pero no está bien llegar tarde a clase.
18.Está bien que nos
preparen nuestra lonchera, pero no está bien que no la comamos.
El gran robo

Priscila Arbulú
La numismática Claretiana
Hace
más de diez años se formó el club de Numismática Claretiano. Este club estaba
integrado por alumnos destacados que valoraban la colección de monedas,
billetes, medallas y fichas. Había una pasión por la numismática y realizaban
exposiciones, charlas donde los profesores y alumnos disfrutaban por los datos
que los estudiantes del club de
Numismática informaban. Las monedas de aquellos años eran analizadas con mucho
celo, igualmente, los billetes y algunas medallas. Lo más interesante era la
edición de las revistas de numismática. Nunca existió en toda la historia del
colegio una revista de numismática de los estudiantes. Fueron varios números,
pero cuando los alumnos terminaron secundaria, el club se deshizo. El mayor problema
estuvo en buscar un espacio para que funcionara el museo numismático
claretiano. Sabemos que el Hermano Espasa intentó formar un museo, pero no se
llegó a realizar.
Hicimos
la labor de recibir donaciones de monedas y billetes de los alumnos del colegio
para un museo futuro. Esta idea la tomamos de un colegio particular de la ciudad
de Huancayo, que tenía su museo de Numismática. La realización no prosperó.
Pasaron varios años y no se hablaba de numismática porque no había el lugar
hasta que llegó Galo, un niño que se apasionó por la colección de monedas y
billetes. Él estaba en Primer año de Secundaria y “El club” se redujo a unos
cuantos estudiantes, donde el principal coleccionista era Galo. Pasaron los
años en el colegio y la pasión de Galo se convirtió en una pasión de familia.
Los padres de Galo y algún familiar que residía en el extranjero apoyaron el
mundo numismático de nuestro coleccionista quien expuso su hermosa colección en
varias oportunidades. No sé dónde está mi discípulo numismático y le deseo lo
mejor para él.
Volvieron
a pasar algunos años y en el 2011, conozco a José Luis de la Cruz Kú, un alumno
destacado del colegio, quien también es un apasionado por la numismática y que
tiene-para su edad- una excelente colección de monedas entre macuquinas,
reales, moñonas, peluconas y otras monedas de plata. Su pasión lo ha llevado a
pertenecer a la Honorable Sociedad Nvmismática del Perú, entre economistas,
ingenieros, ministros, médicos, empresarios, etc. Sería el primer alumno
claretiano en toda su historia que pertenece a La Sociedad Numismática del
Perú, una institución con sesenta años de existencia. Tal vez los alumnos y
alumnas, algunos profesores y autoridades de la Institución no valoren la
presencia de José Luis en La Sociedad Numismática, pero es un caso excepcional
dada su corta edad y gran interés. Los profesionales que integran La Sociedad
Numismática valoran al “pequeño socio” y
colega quien asiste a las reuniones de tan prestigiosa Institución y participa
de sus actividades.
Agradezco
infinitamente el último número de la revista numismática que El Presidente de
la Institución me ha enviado a través de José Luis y me siento orgulloso de
tener un alumno tan valioso como él.
Profesor Eddy Gamarra
El mundo numismático peruano…

La
Numismática es una ciencia auxiliar de la historia que se dedica al estudio de
las monedas. Las monedas, dice un experto, son “verdaderos testigos del
pasado”.
Cerca
al templo de Juno Moneta, los romanos cambiaban sus ases y otras monedas y así
le fueron llamando a todas ellas con la denominación de moneda.
En
nuestro país, la acuñación de las primeras monedas empezaron en la segunda
mitad del siglo XVI . Estas fueron labradas a martillo y las llamaron
“macuquinas”. Algunos estudiosos dicen que viene del quechua, otros, del árabe
“mahcuc”, que significa “reconocido, comprobado”. La macuquina fue conocida
también como “cortada”.
La
Casa de Moneda recibía el nombre de “Ceca” que viene del árabe “sikká” y es el
lugar donde se labra la moneda. También encontramos la palabra “ceca” en la
locución adverbial “De la ceca a La Meca” (De aquí para allá, de allá para
acá).
Después
de las macuquinas (1752) salieron “Los columnarios” cuyo reverso tenía dos
hemisferios del mundo entre los pilares de Hércules.
El
sistema monetario en el virreinato era octal. Un peso era la moneda de ocho
reales. La gente lo llamaba “Patacón”, y era de pla
Ta.
Si la moneda era de oro, recibía el nombre de “escudo”.
Las
monedas de cordoncillo en oro con la efigie del rey eran llamadas “peluconas”,
por la peluca que llevaban los monarcas de acuerdo a la moda rococó.
En
1772 se acuñaron los últimos columnarios y se introducen las monedas con la
efigie del rey. Se las llamaba “bustos”. Las pesetas peruanas del 1880, se
conocían como “moñonas”.
Toda
moneda anterior al siglo XIX que no presenta ningún defecto, se llama “flor de
cuño”.
Es
importante señalar dos palabras del vocabulario esencial de numismática para
ayudar a los que recién se inician en la colección de monedas. Una de ellas es
“ANVERSO”(cara, recto, águila), cara principal que suele presentar un retrato o
un escudo. Indica qué personaje o entidad emite la moneda. La otra palabra es
“REVERSO”, (cruz, sello, sol), cara secundaria donde se indica el valor
monetario. Puede contener escenas sociales, históricas, religiosas, políticas,
etc. Está más liberada y no contiene información rígida como el anverso.
A
pesar de la denominación de moneda, las personas del pueblo la llaman “plata”,
no sé si en referencia a la ciudad de Potosí y su famoso cerro, donde abundaba
este metal. “Vale un Potosí” se usaba para definir la opulencia y describir lo
valioso nos cuenta Goepfert, autor de La evolución de la moneda peruana en su
contexto histórico.
También
le llaman “dinero” como sinónimo de
plata. Un poeta español tiene un poema que titula Poderoso caballero es don
dinero. Las personas que usan la
jerga o replana le dicen “guita”. Cuando era niño escuché en la ciudad de
Trujillo el vocablo “morlacos” para referirse a los soles.


Oda a la moneda colonial
Oh querida moneda
colonial,
tu belleza y tu figura
me tienen impresionado.
Cada día que pasa me
pregunto
cómo es posible tanta
belleza
contenida en una pequeña
moneda.
Eres la única cosa
que me alienta a seguir
con la colección
y pertenecer a la
Sociedad Numismática.
Oh querida moneda,
en tus ocho reales puedo
ver reflejado
toda la historia
numismática.
puedo admirar toda tu
perfección,
la cual estará
en mi mente y corazón
por siempre.
José Luis De la Cruz
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