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sábado, 16 de junio de 2012

JUNIO: MES DEL DÍA DEL PADRE



Está bien, pero no está bien


   1.  Está bien que se utilice el dinero, pero no está bien que se gaste en tonterías.
   2.  Está bien ir a fiestas, pero no está bien aceptar licor cuando te obligan.
   3.  Está bien ir a clase, pero no está bien fomentar desorden en ella.
   4.  Está bien resolver el examen, pero no está bien copiar.
5.  Está bien querer ser otra persona, pero no está bien fingir.
6.  Está bien hacer dieta, pero no está bien dejar de comer alimentos.
7.  Está bien que tengamos muy buenos profesores, pero no está bien que nos tomen cinco prácticas en un solo día.
8.  Está bien que las personas que nos cuidan sean estrictos, pero no está bien que nos quiten la pelota de básquetbol cada vez que nos vean jugando con ella.
9.  Está bien comer algunas golosinas, pero no está bien comer en demasía.
10.Está bien formar grupos de amigos, pero no está bien ser excluyentes con los demás.
11.Está bien que prestemos atención en el laboratorio de Química, pero no está bien jugar con los implementos.
12.Está bien cumplir con las prácticas en Informática, pero no está bien jugar con las computadoras.
13.Está bien tener facebook para poder comunicarnos con nuestros amigos y familiares, pero no está bien abusar de esta red social y que se convierta en un vicio o adicción.
14.Está bien alimentarse, pero no está bien comer en exceso.
15.Está bien ir al colegio, pero no está bien llegar tarde.
16.Está bien ser divertido, pero no está bien pasarse de listo.
17.Está bien salir al recreo, pero no está bien llegar tarde a clase.
18.Está bien que nos preparen nuestra lonchera, pero no está bien que no la comamos.


El gran robo


Me siento tan culpable, tan triste, tan mal. No fue mi intención. No sé si deba pedir perdón o decir que yo no lo hice. Yo no quería hacerlo, pero qué puedo hacer, debía hacerlo sí o sí. Todo fue culpa del maestro de Lenguaje. Él nos pidió escribir un cuento magnífico, perfecto, genial, y… yo no tenía ni tiempo ni ideas. El cuaderno de Lenguaje de Sofía estaba allí, en la mesa. Yo lo veía  y no sabía si abrirlo para saber qué había escrito. Era obvio que ella ya había hecho su tarea, pues era la más responsable de la clase y la que mejor escribe. Contemplé su cuaderno azul que estaba sobre la carpeta del profesor. Me decidí y lo agarré. ¡Qué nerviosa estaba! ¡No podía creerlo! Tenía la solución en mis manos. Rápidamente saqué el celular del bolsillo derecho de mi pantalón de buzo y le tomé una foto al cuaderno. Lo dejé en su sitio y salí del salón de clase. Lo copié en mi cuaderno y se lo presenté al profesor. Le fascinó “mi cuento” y me felicitó… ¡Aún no había corregido el cuaderno de Sofía! Cuando yo me retiraba de la sala de profesores, allí estaba ella, entrando con una enorme sonrisa en el rostro porque ese era el cuento que más trabajo le había costado escribir. El profesor se enfadó con ella porque pensó que se había copiado de mi cuaderno. Le llamó la atención y le dijo que no lo vuelva a hacer, que eso estaba muy mal. Sofía no ha vuelto a escribir un cuento desde que el profesor le dijo que su cuento era una estafa. Bajó notablemente en sus calificaciones y estaba muy confundida. Ahora tengo un sabor amargo en la boca y un nudo en el estómago. Ojalá que algún día me perdone. Pero gracias a ese maravilloso cuento, he aprobado el año escolar.
Priscila Arbulú

La numismática Claretiana


Hace más de diez años se formó el club de Numismática Claretiano. Este club estaba integrado por alumnos destacados que valoraban la colección de monedas, billetes, medallas y fichas. Había una pasión por la numismática y realizaban exposiciones, charlas donde los profesores y alumnos disfrutaban por los datos que los estudiantes del club  de Numismática informaban. Las monedas de aquellos años eran analizadas con mucho celo, igualmente, los billetes y algunas medallas. Lo más interesante era la edición de las revistas de numismática. Nunca existió en toda la historia del colegio una revista de numismática de los estudiantes. Fueron varios números, pero cuando los alumnos terminaron secundaria, el club se deshizo. El mayor problema estuvo en buscar un espacio para que funcionara el museo numismático claretiano. Sabemos que el Hermano Espasa intentó formar un museo, pero no se llegó a realizar.
Hicimos la labor de recibir donaciones de monedas y billetes de los alumnos del colegio para un museo futuro. Esta idea la tomamos de un colegio particular de la ciudad de Huancayo, que tenía su museo de Numismática. La realización no prosperó. Pasaron varios años y no se hablaba de numismática porque no había el lugar hasta que llegó Galo, un niño que se apasionó por la colección de monedas y billetes. Él estaba en Primer año de Secundaria y “El club” se redujo a unos cuantos estudiantes, donde el principal coleccionista era Galo. Pasaron los años en el colegio y la pasión de Galo se convirtió en una pasión de familia. Los padres de Galo y algún familiar que residía en el extranjero apoyaron el mundo numismático de nuestro coleccionista quien expuso su hermosa colección en varias oportunidades. No sé dónde está mi discípulo numismático y le deseo lo mejor para él.
Volvieron a pasar algunos años y en el 2011, conozco a José Luis de la Cruz Kú, un alumno destacado del colegio, quien también es un apasionado por la numismática y que tiene-para su edad- una excelente colección de monedas entre macuquinas, reales, moñonas, peluconas y otras monedas de plata. Su pasión lo ha llevado a pertenecer a la Honorable Sociedad  Nvmismática del Perú, entre economistas, ingenieros, ministros, médicos, empresarios, etc. Sería el primer alumno claretiano en toda su historia que pertenece a La Sociedad Numismática del Perú, una institución con sesenta años de existencia. Tal vez los alumnos y alumnas, algunos profesores y autoridades de la Institución no valoren la presencia de José Luis en La Sociedad Numismática, pero es un caso excepcional dada su corta edad y gran interés. Los profesionales que integran La Sociedad Numismática valoran al “pequeño  socio” y colega quien asiste a las reuniones de tan prestigiosa Institución y participa de sus actividades.
Agradezco infinitamente el último número de la revista numismática que El Presidente de la Institución me ha enviado a través de José Luis y me siento orgulloso de tener un alumno tan valioso como él.

Profesor Eddy Gamarra

El mundo numismático peruano…


La palabra numismática viene del griego “Nómisma”, que significa moneda corriente, costumbre. Después pasó al latín “numisma” (moneda).
La Numismática es una ciencia auxiliar de la historia que se dedica al estudio de las monedas. Las monedas, dice un experto, son “verdaderos testigos del pasado”.
Cerca al templo de Juno Moneta, los romanos cambiaban sus ases y otras monedas y así le fueron llamando a todas ellas con la denominación de moneda.
En nuestro país, la acuñación de las primeras monedas empezaron en la segunda mitad del siglo XVI . Estas fueron labradas a martillo y las llamaron “macuquinas”. Algunos estudiosos dicen que viene del quechua, otros, del árabe “mahcuc”, que significa “reconocido, comprobado”. La macuquina fue conocida también como “cortada”.
La Casa de Moneda recibía el nombre de “Ceca” que viene del árabe “sikká” y es el lugar donde se labra la moneda. También encontramos la palabra “ceca” en la locución adverbial “De la ceca a La Meca” (De aquí para allá, de allá para acá).
Después de las macuquinas (1752) salieron “Los columnarios” cuyo reverso tenía dos hemisferios del mundo entre los pilares de Hércules.
El sistema monetario en el virreinato era octal. Un peso era la moneda de ocho reales. La gente lo llamaba “Patacón”, y era de pla
Ta. Si la moneda era de oro, recibía el nombre de “escudo”.
Las monedas de cordoncillo en oro con la efigie del rey eran llamadas “peluconas”, por la peluca que llevaban los monarcas de acuerdo a la moda rococó.
En 1772 se acuñaron los últimos columnarios y se introducen las monedas con la efigie del rey. Se las llamaba “bustos”. Las pesetas peruanas del 1880, se conocían como “moñonas”.
Toda moneda anterior al siglo XIX que no presenta ningún defecto, se llama “flor de cuño”.
Es importante señalar dos palabras del vocabulario esencial de numismática para ayudar a los que recién se inician en la colección de monedas. Una de ellas es “ANVERSO”(cara, recto, águila), cara principal que suele presentar un retrato o un escudo. Indica qué personaje o entidad emite la moneda. La otra palabra es “REVERSO”, (cruz, sello, sol), cara secundaria donde se indica el valor monetario. Puede contener escenas sociales, históricas, religiosas, políticas, etc. Está más liberada y no contiene información rígida como el anverso.
A pesar de la denominación de moneda, las personas del pueblo la llaman “plata”, no sé si en referencia a la ciudad de Potosí y su famoso cerro, donde abundaba este metal. “Vale un Potosí” se usaba para definir la opulencia y describir lo valioso nos cuenta  Goepfert, autor de La evolución de la moneda peruana en su contexto histórico.
También le llaman “dinero” como sinónimo de plata. Un poeta español tiene un poema que titula  Poderoso caballero es don dinero.  Las personas que usan la jerga o replana le dicen “guita”. Cuando era niño escuché en la ciudad de Trujillo el vocablo “morlacos” para referirse a los soles.




Oda a la moneda colonial





Oh querida moneda colonial,
tu belleza y tu figura me tienen impresionado.
Cada día que pasa me pregunto
cómo es posible tanta belleza
contenida en una pequeña moneda.

Eres la única cosa
que me alienta a seguir
con la colección
y pertenecer a la Sociedad Numismática.

Oh querida moneda,
en tus ocho reales puedo ver reflejado
toda la historia numismática.
En tu color plateado
puedo admirar toda tu perfección,
la cual estará
en mi mente y corazón por siempre.

José  Luis De la Cruz





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